jueves, 22 de abril de 2021

Gav y Bob

 GAV Y BOB

______________________________________ 


Gav Smith era parte de la Guardia Imperial. El era un Guardia y esto hacía muy feliz a Gav. A Gav le gustaba ser un Guardia porque así podía realizar la voluntad del inmortal Dios-Emperador y era una de las cosas favoritas de Gav en todo el mundo. 

Hoy era el turno de Gav de cargar un gran saco de patatas del vagón de comida y pelarlas. A Gav le gustaba pelar las patatas porque a Gav también le gustaba comer las cascaras de patatas. 

El Comisario decía que Gav era un buen Ogrete porque Gav siempre hacía lo que le mandaban. Esto hacía a Gav muy feliz. El Comisario no era como los demás comisarios porque no les gritaba ni les disparaba a los demás por asustarse por cosas como los espacios pequeños y la oscuridad. Esto era bueno porque a Gav no le gustaban los espacios pequeños y a Gav le asustaba la oscuridad, porque era en la oscuridad cuando llegaban las pesadillas. El Comisario era amigo de Gav. El Comisario no era un Ogrete como Gav y era muy inteligente y podía leer y escribir. Gav no podía hacer eso porque era muy difícil. Ni siquiera el Sargento podía leer palabras muy largas. Pero el Comisario decía que estaba bien porque Gav era mejor que él matando orkos. Esto hacía muy feliz a Gav porque a Gav le gustaba ser útil. 


"Quieres ayudarme a pelar las patatas, Bob?" preguntó Gav.


Bob era uno de los amigos de Gav. Venían de la misma tribu del planeta Barakak. Gav extrañaba a su tribu. Cuando la guerra contra los Orkos acabara el podría volver a casa. O si pasaban mas de 10 años. Habían pasado cerca de 2 años y ya casi habían ganado. El Comisario decía que esto era gracias a que Gav y sus amigos eran buenos peleadores y que hacían muy feliz al Emperador matando a los sucios Orkos. El nombre del Comisario era Larrykin Von Kelvsetine, pero les dijo a Gav y a sus amigos que podían llamarlo Arry si querían, ya que eran todos amigos. 


"Si, por favor" dijo Bob. A Bob también le gustaba comer cáscaras de patatas. 


Para el desayuno había puré de patatas y guisantes molidos. A Gav no le gustaban los guisantes molidos. Los guisantes debían comerse desde su cáscara, no molidos. Gav solía cultivar guisantes para su tribu. Gav extrañaba su tribu. Pero también tenía buenos amigos aquí. Era bueno tener amigos, especialmente cuando tenías que matar orkos. Gav mataba orkos con un gran cañón-láser. El Comisario decía que era un regalo del Emperador así que Gav lo mantenía limpio y brillante y se preocupaba de no dejarlo olvidado en ninguna parte. Pero a veces lo dejaba olvidado. Pero entonces venía el Comisario y le decía donde lo había dejado, y le decía a Gav que no lo hiciera de nuevo. Pero Gav siempre lo olvidaba de nuevo a pesar de que no quería hacerlo. Esto hacía sentir a Gav muy apenado. Bob también mataba orkos con un cañón-láser, pero Bob no lo perdía tanto. A veces Gav deseaba ser tan bueno en no perder cosas como Bob. El Comisario no tenía un gran y brillante cañón como él. Todo lo que llevaba Arry era un pequeño rifle láser, pero estaba bien porque Arry era pequeño también. El Comisario Arry era muy inteligente porque había estado en todas partes y había hecho de todo. Una vez pisó una mina terrestre y una de sus piernas estaba hecha de metal. Y hacía un ruido cuando pateaba una piedra. Gav estaba feliz de que su pie no fuera de metal, porque sonaba muy frío. 


A Bob le gustaba tener competencias de pelar patatas con Gav. Gav siempre perdía pero a Gav no le importaba, porque Gav estaba pelando patatas por el Emperador. 


A Gav le gustaba pelear. Le gustaría ser mejor en eso. Cada vez que entrenaba con Bob, acababa noqueado en el piso. Pero a Gav no le importaba. Gav sabía que Bob le ayudaba a volverse mejor. Y volviéndose mejor, Gav podría servir mejor al Emperador, amado por todos. 


Gav odiaba el pequeño tanque en el que los llevaban. Cada vez que era llamado a servir al Emperador, tenía que subirse en ese pequeño y oscuro lugar. Pero estaba bien porque Bob estaba ahí y guiaba a todos los demás Ogretes con su canto de "El Emperadoh es el mejoh". Sólo se sabían el coro, pero ayudaba a que este pequeño y oscuro espacio no diera tanto miedo. 


Las luces parpadeantes siempre hacían feliz a Gav. Esto significaba que iba a servir al Emperador! Significaba que la puerta se abriría y tendría que disparar su arma. Gav amaba su arma. Le gustaba cuando disparaba y el enemigo moría. Gav apretaba el gatillo y gritaba al enemigo, haciendo que murieran en nombre del Emperador, con su mejor amigo Bob a su lado. Apreciaba mucho a Bob. Bob era su mejor amigo.


Gav había peleado con toda clase de enemigos por el Emperador.


Sus favoritos eran los Pielesverdes, porque parecía que les gustaba pelear tanto como a Gav. Gav sabía que debía ir por los mas grandes, los que siempre estaban golpeando a los demás. Hacían una competencia para ver quien mataba al mas grande primero. Bob casi siempre ganaba. Si matabas al mas grande, los demás eran mas fáciles de derrotar. 


Los bichos asustaban a Gav. Hacían que su estómago se revolviera, especialmente cuando los golpeaba con el reverso de su arma en la cabeza y explotaban sobre él. Olían mal y sabían mal. No podías cocinar bichos. Ni siquiera los condimentos podían hacer que tuvieran buen sabor. 


Los humanos que se volvían contra el Emperador siempre hacían enojar mucho a Gav. Por qué habían dejado de amar al Emperador? Que les había hecho el Emperador, aparte de amarlos y protegerlos? A Gav le gustaba matar malos humanos. Lo hacían sentir bien. El Comisario Arry decía que estaba bien. Estar enojado contra los traidores estaba bien. Eso hacía feliz a Gav. Cuando Arry le dijo esto a Gav, Gav lo abrazó tan fuerte que Arry tuvo que quedarse en el Hotel Medicae por una semana. La comida estuvo muy buena cuando Gav lo visitó. 


Gav solo se enfrentó a los cabezas de metal una vez, pero supo que nunca iba a querer hacerlo de nuevo. No importa que tan fuerte los golpearas, sólo se levantaban de nuevo. No era justo. Cualquier otro enemigo era lo suficientemente amable de morir cuando les mostrabas lo malos que eran. Los cabezas de metal eran tramposos, volviendo a la vida así como así. Bob decía que Arry decía que su profesor Kain en la gran escuela les tenía miedo a los cabezas de metal. Gav no le creía. Los Comisarios no le tenían miedo a nada, y Kain era algo así como un Súper Comisario. Probablemente mataba a los cabezas de metal con rayos de sus ojos, o algo así. 


Gav odiaba a los Eldars. Eran como unos insectos brillantes. Cuando casi los tenías entre tus manos, se escapaban entre tus dedos. Sus pequeñas flechas dolían también. Bob era mejor combatiendo a los Eldars que Gav. Bob los encerraba en una esquina y rompía sus cuerpos con sus propias manos. "Se rompen fácil cuando los esquineas" decía Bob, con sangre brillante cubriendo su uniforme. Eso hacía sonreír a Gav. Extrañaba a Bob. Bob siempre hacía sonreír a Gav.


Gav estuvo ahí el día en que Arry murió. 


Un día Gav y Bob y todos sus amigos salieron a caminar. Estaban caminando a través de un bosque. A Gav le gustaba ese bosque porque olía como a casa. Arry estaba caminando atrás de ellos. Él siempre hacía esto para asegurarse de que ninguno de ellos se perdiera. Gav una vez se perdió. Esto lo asustó mucho. Arry nunca se perdía. Él era muy inteligente.

Pero entonces un orko disfrazado de un árbol le disparo. Gav no vio cuando pasó. No pudo detenerlo. El sonido de Arry muriendo los alertó a todos. Ellos mataron a todos los orkos con las grandes armas que el Emperador les había dado. 


Pero Arry estaba muerto. 


Llevaron a Arry al campamento para ver si el arreglador de carne lo podía arreglar. Lo intentó pero Arry ya se había ido a la luz del Emperador. Esto dejó triste a toda la tribu. A todos en la tribu les gustaba Arry. Arry era inteligente. 


Cavaron un hoyo en la tierra para que Arry durmiera. Bob era el sacerdote de la tribu asi que Bob dijo las últimas palabras en el lugar donde Arry dormía. Toda la tribu lloró. No lloraban por Arry, porque ahora Arry estaba con el Emperador. Lloraban por ellos mismos, porque habían sido abandonados. 


Perder a Arry fue malo, pero perder a Bob entristeció a Gav mas que nunca. 


Bob era la razón por la que Gav odiaba a los demonios tanto como él lo hacía. Él había combatido antes contra ellos, y los encontraba muy extraños. Algunos eran fáciles, cargaban hacía adelante con grandes espadas o pequeñas dagas. Se quebraban muy fácil. Las delgadas eran como los Eldar, pero hacían que Gav se sintiera extraño. Mirarlas eran como mirar a una chica Ogrete después de que Gav entendió para que servían. Pero se quebraban más fácil que los de piel roja o los podridos, una vez que podías hacer que dejaran de bailar. 


La última clase de demonios eran los que se habían llevado a Bob. Gav los odiaba mas que a todos. Odiaba como se reían de él.


Los sorprendieron después de que Bob y Gav llevaran a su nuevo Comisario -Gav nunca recordaba su nombre- a un templo del Emperador. Gav tuvo dolor de cabeza todo el camino. Habían hecho que este lugar fuera malo. Habían roto las estatuas del Emperador y habían dibujado una extraña llama por todas partes. 


Fue ahí donde los demonios atacaron. Quemaron al Comisario antes de que nadie del grupo de Gav pudiera reaccionar. Eran rosados y se veían como si al agua le hubieran crecido caras. Mirar a esas caras hacía que a Gav le sangrara la nariz. Gav nunca olvidaría esas caras. 


Bob cargó hacia donde habían mas de esas criaturas, como siempre hacía. Bob siempre fue así, cargando hacia adelante por el Emperador, matando a sus enemigos. Bob siempre fue bueno en eso. Bob era un buen amigo. 


Los demonios de agua rosados eran rápidos, muy rápidos. Saltaron hacia atrás y quemaron a Bob hasta que su carne quedó negra, pero Bob no murió como el Comisario. A veces Gav se siente mal de no poder recordar el nombre del Comisario. Esperaba que alguien pudiera recordar el nombre del Comisario. 


Bob capturó a uno de los demonios de agua con sus manos y lo partió a la mitad. Era rosado antes, y había estado riéndose todo el tiempo. Ahora ambas partes eran azules y ya no se estaban riendo. Los otros demonios atacaron a Bob mordiéndolo. Los demás de la tribu habían empezado a matar a los otros demonios de agua, pero llegaron muy tarde. 


Las últimas palabras de Bob siempre hacen que Gav se sienta triste. "Voy a extrañar las cáscaras de patatas..." Gav vio a Bob caer. Gav gritó. Gav golpeó a los demonios rosados hasta que sus restos desaparecieron y solo golpeaba el suelo de la templo. Siguió haciendo esto hasta que se dio cuenta de que sus manos estaban sangrando. Siguió haciendo esto hasta que se dio cuenta de que estaba llorando. Siguió llorando hasta que el General los encontró. 


Gav todavía extraña a Bob. Bob era un buen amigo. 


Gav nunca había querido matar a uno de sus amigos. El General era un amigo. Pero quiso matar al General una vez. Él quiso matar al General cuando dijo que el cuerpo de Bob debía ser quemado.


La tribu tenía sus tradiciones. Bob debía ser honrado y enterrado, como todos sus buenos amigos. Pero el General dijo que el cuerpo de Bob estaba enfermo. Que si no lo quemaban, los demonios podrían volver. 


Quemaron el cuerpo de Bob justo ahí, en ese templo. Pero no antes de que Gav reuniera a su tribu y le diera un corto pero adecuado funeral.


Gav fue el mejor amigo de Bob. Los demás de la tribu dejaron que él diera las últimas palabras.


"Bob fue buen amigo. Bob gustaba pelear. Bob gustaba las cáscaras de patata. Fue un buen soldado del Emperadoh. Ahora está con el Emperadoh". Entonces uno de los amigos del General quemó el cuerpo de Bob justo ahí, en el templo del Emperador. 


Ahora cada vez que Gav pela patatas, piensa en Bob. No duele tanto ahora. Ahora Gav sonríe y recuerda el buen amigo que Bob era. Bob siempre hacía sonreír a Gav. Incluso muerto, Bob hacía sonreír a Gav. 


Gav no volvió a comer cáscaras de patatas. Ya no sabían bien. 


Gav recuerda el día cuando encontró al hombre malo que trajo a los demonios rosas al mundo. Gav nunca olvidaría ese día. Fue una semana después de que Bob fuera quemado en ese templo. Bob fue un buen amigo. 


El hombre malo había hecho que todo el planeta dejara de amar al Emperador. Él había sido uno de los Marines Espaciales que dejaron de amar al Emperador. Él tenía una armadura azul y dorada con un alto casco, y hacía que la cabeza de Gav doliera cada vez que hablaba. Gav sentía más odio por ese hombre que nada de lo que hubiera sentido antes. 


Excepto por lo mucho que le agradaba Bob. 


El hombre malo había tomado uno de los templos más grandes del planeta. Él estaba matando personas para crear más demonios rosados. Gav quería detenerlo. Gav quería hacer que el hombre malo pagara por matar a Bob. Bob había sido un buen amigo. Gav haría que el hombre malo pagara. 


Muchos de los amigos humanos de Gav murieron para llegar al hombre malo. El hombre malo también había traído a sus amigos con él. Sus amigos mataron a muchos de los amigos de Gav. Eso sólo hizo que Gav odiara más al hombre malo. Sus amigos Guardias Imperiales lentamente se acercaron al templo. A Gav ya no le asustaba el pequeño tanque donde se transportaba. Estaba enojado. Gav haría que el hombre malo pagara. 


Gav recordaría siempre el día en que camino entre los pequeños hechiceros. Los hombres malos en armaduras azul y dorado eran difíciles de matar y usaban herejía y magia. Eso hizo que Gav los odiara. Gav escuchaba susurros en su cabeza. Le decían que podría tener todo lo que quisiera. Pero no tenían nada que el quisiera. Le habían quitado un amigo a Gav. Gav rugió y los hombres malos murieron cuando les disparó. Ya no podrían susurrarle, su mente estaba llena con la luz del Emperador. Aún así, eran difíciles de matar y seguían levantándose.


Pero el Emperador había enviado a sus hijos a ayudarlo. El Emperador tenía muchos hijos y todos eran muy fuertes. Todos los hijos del Emperador eran como semi dioses. Gav y su tribu habían peleado antes a su lado. Eran muy peludos y tenían dientes iguales a los de Gav. Tenían una armadura igual a la de los hombres malos, pero la suya era de un color gris azulado. Gav deseo tener una armadura como esa. 


Cuando la guerra acabó, los semi dioses de armadura gris llevaron regalos a la tribu. Dijeron que el Emperador los apreciaba mucho. 


Después cantaron canciones por los muertos. 


El tanque de Gav había explotado, y muchos de sus amigos estaban muertos. Eran buenos amigos, pero no tan buenos como Bob. Bob era el mejor amigo de Gav. Gav haría que el hombre malo pagara.


"Estúpido sub-humano. Difícilmente podrías ser considerado una criatura consciente". El hombre malo usaba palabras complicadas. Su voz hacía que la cabeza de Gav doliera. Sus ojos sangraban pero siguió corriendo hacia el hombre malo. 

El hombre malo era tan grande como Gav. Estaba parado al final de un largo tramo de escaleras, justo a la entrada del templo. Mató a los amigos humanos de Gav con relámpagos que salían de sus manos. Y se reía. Gav odiaba cuando el hombre malo reía. Quería hacer que el hombre malo se callara para siempre. 


El hombre malo golpeó a Gav con sus relámpagos. Dolían. Dolían mucho. Gav casi deja de correr por las escaleras. Pero entonces recordó a Bob. Bob no hubiera dejado de correr. Bob hubiera seguido. Gav quería ser como Bob. Gav haría que el hombre malo pagara. 


"La evolución te ha dejado atrás, escoria. Es una pena que seas tan poco inteligente como para entender lo iluso que eres." El hombre malo no dejaba de hablar. Gav lanzó sus puños contra él, pero el hombre malo era rápido. Más rápido de lo que Gav pensaba que sería. Gav estaba cansándose de intentar golpearlo. 


El hombre malo lo golpeó con su gran báculo. Gav salió volando y chocó contra una estatua del Emperador, destruyéndola. Se sintió muy mal. Quiso disculparse con el Emperador por romper su estatua, pero había perdido el aliento. Su cuerpo entero dolía. Nunca había dolido tanto en toda su vida. 


El hombre malo estaba de rodillas a su lado. Lo tomó del cuello y comenzó a apretar. 

"Siento pena de ti, pobre criatura. Por eso tendrás la suerte de una muerte rápida."


Gav se levantó de repente y golpeó con su cabeza el casco del hombre malo.


"Tu mataste a Bob!" gritó. Tomó al hombre malo del cuello y lo levantó, golpeándolo con su otra mano en el estómago. "Tu mataste a Bob!". El hombre malo le disparo sus relámpagos pero Gav apenas los sintió. Estaba enojado. Bob era un buen amigo, y los demonios del hombre malo lo habían matado. Gav haría que el hombre malo pagara. 


El hombre malo pateó y golpeó a Gav, pero Gav no lo soltó. Sus brazos le dolían por mantener al hombre malo en lo alto. 

"Tu mataste a Bob!".


Gav tiró al hombre malo al piso sobre su estómago y saltó encima de él, tomó el extraño casco y golpeó su cabeza contra el concreto. Una, y otra, y otra vez.


"TU MATASTE A BOB!" GOLPE.


"TU MATASTE A BOB!" GOLPE.


"TU MATASTE A BOB!" GOLPE. Gav estaba llorando. Bob había sido un buen amigo. 


"TU MATASTE A BOB!" GOLPE. El hombre malo ya no se movía. 


"TU MATASTE A BOB!" GOLPE. El casco del hombre malo dejaba caer un extraño polvo.


"TU MATASTE A BOB!" GOLPE. GOLPE. GOLPE. GOLPE.

 

Todavía estaba golpeando la armadura vacía contra el suelo cuando los hijos del Emperador en armadura gris llegaron. Su piel estaba quemada y ennegrecida, sus ojos estaban llenos de sangre y lágrimas y sus manos estaban rotas. 


Pero hizo que el hombre malo pagara.


___________________________________

viernes, 9 de marzo de 2012

Adeptus Venenum

Al contrario que otros Templos del Oficio Asesinorum, el Templo Venenum no se especializa en muertes en combate. El Templo Venenum del Oficio Asesinorum enfatiza el uso de venenos y armas no tecnológicas para matar a sus enemigos. Utilizan espadas envenenadas, dagas y proyectiles disparados desde armas mediante aire comprimido para que sean silenciosas. Son maestros del disfraz y el subterfugio, y también del combate cuerpo a cuerpo. Se les elige especialmente por su agilidad y la habilidad de estar perfectamente silenciosos cuando es necesario, pero también la habilidad de imitar las características y manierismos de otros.

El Templo Venenum enfatiza el subterfugio y la astucia. La muerte silenciosa es siempre la mejor muerte. El asesino desconocido es el Asesino más efectivo. Rechazan las armas que causan ruido o que dejan una evidencia fácil de ser rastreada. Golpean desde lo desconocido y desaparecen de nuevo en lo desconocido.

Aprenden a infiltrarse, aunque en menor medida que el Templo Callidus, a buscar los lugares donde se puede encontrar su objetivo y a buscar el momento oportuno en que administrar un veneno debilitante o mortífero a su víctima. A veces es administrado mediante comida o bebida, otras veces mediante un dardo lanzado desde una cerbatana. A menudo no son ellos mismos quienes administran el veneno, sino otros a quienes engañan, sobornan o convencen para hacerlo, aunque siempre se aseguran de que se realiza limpiamente y sin posibilidades de rastrearlo.

Tipos de venenos
El templo venenum es uno de los menos conocidos del officio assassinorum, especializado en la eliminación discreta de enemigos del Imperio mediante el uso de venenos.
También es utilizado como un arma política dentro del Imperio, para eliminar a rivales dentro de las instituciones imperiales, pese al control del Ordo Sicarius (división de la Inquisición que se encarga de vigilar a los asesinos).


Emplean todo tipo de armas miniaturizadas o camufladas; pistolas de aire comprimido, cerbatanas, cuchillos, anillos-aguja... que impregnan con venenos muchas veces creados ex-profeso para un blanco concreto; y sea una raza o grupo o para un individuo en concreto:


-Eldrotoxin (Eldars)

-Orkotoxin (Orkoz)

-Orthotoxin (Humanos y Subhumanos)

-Slannotoxin (Slaan)

-Tyranotoxin (Tiranidos, posiblemente una variación del Hellfire)

-Rodotoxin (Hrud)

-Ferrotoxin (Genestealers)

-Haemotoxin (Hematofagos)


El nivel de especialización es tal, que han logrado perfeccionar sus efectos para que pasen más desapercibidos o sean tan brutales que infundan miedo:

-Borac; vómitos, haciendo parecer que es una intoxicación alimentaria. -Avierel; se vomitan las entrañas, deshaciéndose todo el tracto digestivo en medio de una horrible agonía. -Escorce; en pequeñas dosis las usan los adictos al placer extremo, pero en dosis adecuadas, suprime el funcionamiento de ciertos centros neurálgicos en el cerebro: los que permiten tomar decisiones, convirtiendo a las víctimas en idiotas babeantes.


Además de todo esto, algunos venenum que trabajan para facciones del imperio rivales de los astartes, (gente que cree que los astartes son un peligro y creen tener solidas pruebas en la herejía de Horus o el alzamiento de Badad) han desarrollado un veneno especial para ellos, hecho de los primeros brotes florecidos de orquídea de pantano mercuriana que sirve para sobrecargar hasta bloquear la neuroglotis, el órgano que filtra los venenos en los marines, haciendo que el órgano se vuelva contra ellos, provocándoles una parálisis de varios segundos en los que son totalmente vulnerables.

Este es, posiblemente, uno de los venenos más poderosos creados por los venenum, y es increíblemente escaso, además de que todo proyecto relacionado con él, son alto secreto... tanto, que el veneno ni siquiera tiene nombre.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Intocables

Intocables.Para algunos un mito, para otros una anomalía humana,para cualquier psíquico sin embargo son el dolor personificado.
Todo en la galaxia parece mantener un extraño y retorcido equilibrio.Y en lo referente a las manifestaciones psíquicas no es distinto.
El don psíquico (la capacidad de canalizar las energías de la Disformidad para realizar actos de otra forma imposible,es un don(más bien una horrible maldición)escaso en el Imperio.Se estima de nace un psíquico por cada 1000 millones de habitantes.Esto los hace valiosos y a la vez temidos.La razón es su capacidad y sobre todo su reflejo en la disformidad.
Todo ser vivo tiene un reflejo espectral en el espacio disforme(una marca existencial).Un ser humano normal no es más que una pequeña luz mientras que un psíquico brilla con una fuerza increible.Esto los hace presas apetecibles para los demonios que habitan esta dimensión de pesadilla pues si consiguen poseer a un psíquico pueden manifestarse en la realidad.
Los llamados intocables(portadores del Gen Paria)son la total antítesis de lo significa ser psíquico.No tienen ni el más minimo reflejo disforme,a efectos prácticos en la disformidad no existen,a otros niveles son algo mucho más aterrador.Son personas sin alma.
Su sola presencia es incómoda a las personas que a nivel inconsciente los detestan pues sienten ese vacio.
Sin embargo quienes más detestan a los intocables son los psíquicos.La razón es que todo intocable genera un campo de vacio psíquico a su alrededor,una zona donde no solo no es posible actividad psíquica sino que todo aquel con capacidad para usar la disformidad se ve afectado.Los efectos son en casos minimos ceguera Psíquica(incapacidad para notar las corrientes disformes e inutilidad para canalizar).Los casos más agravados,van desde el coma,el daño neurológico,locura hasta catatonia sin retorno alguno.
Igual que los psíquicos tienes diversos grados de poder,los intocables varían en su alcance y fuerza de su vacio psíquico.Los hay que no afectan a más de unos pocos metros o necesitan contacto físico hasta casos realmente aberrantes(como el caso del Inquisidor Artesus cuyo campo de vacio tras recibir entrenamiento abarcaba 2 kilometros).
Un factor que comparten los intocables de mayor poder es una incapacidad empática muy acentuada.
Son personas calladas, retraidas y poco dadas al dialogo(En parte su condición les afecta a nivel social,en parte es dado por una vida de rechazos sin lógica por sus personas más cercanas,familia amigos,etc).Los casos más graves rozan el comportamiento autista.
Suelen tener algo en su físico extraño pero imperceptible,con frecuencia son poco gestuales y su mirada es vacía,desapasionada.Con todo esto no sorprende que la mayoria de ellos acaben como exiliados o con mala suerte,quemados.
Sin embargo para la inquisición estos individuos son sumamente valiosos.
Para una organización que lucha contra cultos del caos,psíquicos descontrolados y demonios disformes, tener a su servicio a intocables puede cambiar el curso de una batalla o incluso hacer que esta nunca se produzca.
La razón es que toda criatura del caos esta engendrada o vinculada a la disformidad,por lo que en teoría la sola presencia de un intocable es capaz de disipar la existencia en la realidad de un demonio y de anular los poderes de un brujo heretico.
El único punto que se puede considerar positivo de esta existencia es también una de las bazas por las que son tan buscados,son totalmente inmunes a poderes psíquicos e invisibles a cualquier intento de rastreo usando los poderes disformes.

Abominable inocencia



Tarsus,arbites con 30 años de servicio llegó al lugar. Otro día más en uno de los sectores industriales de la colmena Sibellus. Llevaba tantos años haciendo el mismo trabajo, preguntar, amenazar y su esto fallaba, ejecutar.Tanto tiempo que en ocasiones bromeaba para si sobre que su propia empatía estaba al nivel de los sacerdotes de Marte que pululaban por toda la colmena preocupándose solo por el buen funcionamiento de la maquinaria.Solo la maquinaria.
Según el informe un grupo de pandilleros estaban atacando un puesto de embarque de trabajadores de las minas y manufactorums.
El protocolo,el de siempre,eliminar cualquier amenaza hacia su propia persona y asegurar la zona hasta que llegaran los refuerzos.Lo había hecho decenas de veces,al fin y al cabo el trabajo de un arbitres designado a la subcolmena consistía en eso,imponer las reglas a un montón de indeseables que solo conocen la autoridad de una escopeta.Iba perfectamente preparado para la situación,el arma, la munición y el blindaje. Solo otro día más.
Pero para lo que vió en ese sucio callejón no estaba preparado.
Junto a lo que calculó serían los cuerpos de unos 10 trabajadores estaban también 4 pandilleros gritando agónicamente.A uno le sangraban las cuencas de los ojos y los oídos mientras golpeaba su cabeza contra la esquina de uno de los asientos del módulo de transporte.Otros dos estaban vivos,aunque en un coma total.El último sufría convulsiones mientras se ahogaba en sus propios vómitos. Decididamente esto no era algo que se viera todos los días.

El arbites hizo acopio de su valor y hecho un vistazo a los pandilleros.Eran de miembros de los "Mentales".
Había oído rumores sobre una pandilla de psíquicos de baja intensidad y sus intentos por tomar las calles de la subcolmena. Mutantes guapos les había llamado despectivamente su compañero de oficina, una molestia más a la espera de una purga eclesiarcal. Tarsus nunca fue de esa opinión, un mutante por muy "normal" que pareciese era un peligro y estos eran abiertamente hostiles a la sacrosanta ley de la colmena.
Sus anteriores actividades habían dejado un buen número de victimas.Los pobres alfeñiques que tenía delante de él no parecían tan peligrosos. Guardó su arma y echó un vistazo a su chrono,los refuerzos no tardarían más de 10 minutos en llegar.
Sacó su identificación y se dirigió al vagón de trabajadores.No tuvo ni que entrar para ver algo tan o más inquietante que lo que había presenciado fuera. No sabía que era pero algo no estaba bien.
Todos los supervivientes estaban agazapados en las esquinas del habitáculo.Lo que más le sorprendió es que sus caras no mostraban miedo sino un asco,una náusea instintiva,casi animal y todas esas miradas se dirigían al fondo del vagón.
Con cautela se acercó e iluminó con su lumen a aquel rincón oscuro.El haz de luz no tardó en mostrar a un joven de no más de 12 años.Su pelo se enmarañaba en una descuidada melena corta y parecía desnutrido,llevaba puesto un mono propio de los aprendices de minas. Entonces cuando dió un paso adelante,fue cuando sintió la náusea.Era algo más que asco,notó la sensación de estar delante de algo antinatural, una aberración.Tuvo que sacar toda su voluntad para no desenfundar su arma reglamentaria y disparar a aquel niño.Consiguió contenerse.
Se acercó al muchacho y lo que vió le puso el poco vello de su cabeza de punta.No es que el niño fuera aberrante físicamente(había visto cientos de veces mutantes de todas las edades),era algo en su mirada.Sus ojos no tenían brillo,no mostraban ni miedo, ni ganas de vivir,nada.Era como ver a los ojos de un muerto.

Cuando llegaron los refuerzos Tarsus dirigió el traslado de los supervivientes,mientras otros arbites se ocupaban de recoger los cuerpos.Los pandilleros tuvieron que ser trasladados a instalaciones médicas en espera de su testimonio.Con toda seguridad serían ejecutados pero a todos los expertos que estaban en la escena les sorprendió el estado de los delincuentes.
Justo cuando todo estaba tranquilo,cuando se fueron la mayoría de los cuerpos de seguridad llegó un pequeño vehículo.Era un carruaje neumático,un modelo propio de la nobleza pero de colores oscuros y formas muy sutiles.
De este salieron dos hombres y una mujer.Los hombres tenían un aspecto bastante peculiar.El más alto y fuerte mostraba rasgos y cicatrices propias de un mercenario o un soldado veterano.El otro individuo era más bajo.Lucía un corte de pelo propia de las bandas de pandilleros y tatuajes.Sin embargo transmitía una sensación de disciplina impropia de las bandas.
La mujer era harina de otro trigo.Sus rasgos,su mirada serena pero penetrante y su ropa ceñida a su cuerpo y de buena calidad transmitían un halo de autoridad que se imponía a sus compañeros.
No tuvo que pedirles identificación alguna, antes de que pudiera,la mujer sacó un visado inquisitorial.Aquella mujer trabajaba para un inquisidor y Tarsus no quería tener problemas con una organización capaz de eliminar planetas enteros.
La mujer se presentó y pidió que la llevaran junto al niño. El viejo arbites señaló al vagón,aquel joven no se había movido ni un ápice del rincón oscuro donde lo encontró.
Los tres individuos se dirigieron al vehículo.No tardaron más de 5 minutos en volver a emerger de la oscuridad del transporte.Junto a ellos,el extraño joven caminaba escoltado.Le habían puesto un collar con extrañas luces y runas al cuello.
La mujer dirigió una mirada al viejo arbitrador y con una entereza digna del más cruel y frío comisario dijo:
-"Le aconsejo que descanse unos días agente,mi maestro preparará su ascenso a una zona más segura.Sobre lo que ha pasado hoy aquí,usted no sabe nada,no vió nada y ni usted ni yo hemos tenido esta conversación.¿Ha entendido?-
La forma cortante en que se dirigió aquella joven le heló la sangre de tal modo que solo fue capaz de asentir con la cabeza.El siniestro grupo y el niño se metieron en el vehículo en el que habían llegado.
Tarsus espero a que el vehículo se perdiera en el laberinto de calles de la colmena para relajarse un poco.Sacó su bolsa de tabaco y rellenó una vieja pipa que siempre lo acompañaba en sus breves momentos de paz y descanso, esta vez se daría un pequeño homenaje, lo necesitaba.El silencio en aquella calle era sepulcral, como si toda la vida de un sector industrial( que no es precisamente poca pensó) se hubiera desvanecido de golpe. No le gustaba estar o sentirse tan solo,estaba asustado y aliviado a la vez.Sintió sin embargo una sensación aún más extraña.Una parte de su mente sentía pena por el funesto destino que aquel niño posiblemente correría. Por otra parte algo en su más oscuro interior se sintió aliviado de tener a aquel "extraño" lo más lejos posible.
El trayecto hasta su garita era de una hora,ese turno Tarsus,arbites con 30 años de servicio lo cubrió en la mitad de tiempo. Nunca fue un hombre con prisas, nunca hasta esa noche.

domingo, 7 de agosto de 2011

Adeptus Mechanicus


"De la debilidad de la mente,sálvanos Omnissiah.
De las mentiras de los sentimientos,circuito presérvanos.
De la rabia de la bestia,Hierro protégenos.
De las tentaciones de la carne,silício límpianos.
De la descomposición y la caducidad de la carne,Dios máquina haznos libres".
(Parte del Catecismo del Omnissiah)

Adeptus Mechanicus,dos palabras que causan en el Imperio asombro y miedo por igual.
Los Tecnosacerdotes con sus distintivas túnicas rojas y sus aspectos mecánicos son los máximos depositarios del saber en el Imperio.Buscan cualquier tipo de conocimiento,cueste lo que cueste.
El Adeptus Mechanicus como tal se funda en el 26º milenio,en la conocida época oscura de la tecnología.
Durante estos siglos,Marte se encontró totalmente aislada de la Tierra.
El Adeptus Mechanicus se funda en Marte como un mecanismo de supervivencia con el objeto de mantener la tecnología necesaria para sustentar la vida en el planeta. El Culto construye su gran altar y sus enormes máquinas de guerra conocidas como Titanes. Las naves espaciales del culto Mechanicus son incapaces de abandonar el sistema solar en esta primera etapa.No es hasta muchos años después con la llegada del Emperador a Marte cuando queda en evidencia que Marte ha creado una civilización muy frúctifera a nivel tecnológico hasta el punto de la adoración.


El Culto a la Máquina


El Culto Mechanicus o culto a la máquina, reconoce al Emperador como Señor de la Humanidad, pero no reconoce la autoridad del Culto Imperial o la Eclesiarquía. En su lugar, el Adeptus Mechanicus sigue sus propias oscuras y misteriosas estructuras. De acuerdo al Adeptus Mechanicus, el conocimiento es la suprema manifestación de divinidad, y todas las criaturas y artefactos que contienen conocimiento son sagradas por esto. El Emperador es el objeto supremo de adoración porque entiende prácticamente todo. Las máquinas que almacenan o protegen el conocimiento de hace tiempo también son sagradas, y la inteligencia artificial no es menos divina que aquella de carne y sangre. Un hombre vale sólo la suma de su conocimiento -su cuerpo es simplemente una máquina orgánica capaz de preservar el intelecto.
El Adeptus Mechanicus controla completamente todo lo relativo al gobierno, industria y religión de Marte. En los más amplios términos, la población está dividida en dos partes. La mayor masa de marcianos son trabajadores esclavos llamados Servidores. Los Servidores no son completamente humanos, sino criaturas mitad hombre, mitad máquina cuyas mentes han sido parcialmente programadas para realizar labores específicas. Los servidores son esclavos del sacerdocio dirigente de tecnosacerdotes que forman una jerarquía de técnicos, científicos y líderes religiosos. Los tecnosacerdotes proveen al Imperio con sus ingenieros y expertos técnicos.
Los campos de conocimiento del Tecnosacerdocio no solo se ocupan del ámbito de la ingeniería y la mecánica sinó que abarca el conocimiento biológico,matemático,alienígena y conocimientos sin duda mucho más oscuros.
Cada campo es estudiado,analizado y comparado hasta su total entendimiento.Aquellos miembros del clero de la máquina que alcanzan semejante comprensión son nombrados "Magus" en su correspondiente campo(Magus Biologis,Magus Aritmeticus,etc).

La Búsqueda del Conocimiento
El Adeptus Mechanicus está perpetuamente en la búsqueda del conocimiento. Esta búsqueda toma muchas formas, incluyendo la investigación y la exploración, pero su realización última es la búsqueda de los ancestrales sistemas PCE. Los Sistemas PCE fueron creados gracias a los grandes logros obtenidos durante la Era Oscura de la Tecnología. Durante esta época, se fundaron miles de colonias humanas en mundos distantes. Muchas de estas colonias fracasaron en su intento de supervivencia, otras se perdieron, y la mayoría de las que sobrevivieron sólo alcanzaron un nivel de economía de subsistencia. Pero prácticamente todas estas colonias se las arreglaron para mantener un alto nivel tecnológico gracias a las grandes bases de información computerizada que se llevaron de la Tierra. Estas masivas bases de datos computerizadas eran conocidas como Sistemas de Plantillas de Construcción Estándar (PCE).
Se dice que las PCE comprendían el total del conocimiento humano. Esto es probablemente cierto en lo que se refiere a avances tecnológicos. Aunque muchas colonias no necesitaban mucho más que diseños para maquinaria agrícola, se incluían programas para todo tipo de construcciones avanzadas tales como matrices de energía nuclear y reactores de fisión. De cualquier manera, las necesidades de los primeros colonos eran simples y podían conseguirse con formas de energía convencionales y relativamente baja tecnología.

Actualmente no existen sistemas completos PCE, y sólo hay unos pocos ejemplos de impresiones de primera generación -en algunos mundos la información sobre los ancestrales PCE se considera sagrada y las copias de diseño se almacenan como textos secretos y reverenciados en el interior de los templos.

Por miles de años, el Adeptus Mechanicus ha perseguido toda información sobre PCE. Es su Biblia perdida, el Santo Grial y la copa del Conocimiento. Cualquier retazo de información es prontamente buscado y celosamente evaluado. Cualquier rumor sobre un sistema funcional es seguido e investigado.

Gracias a sus esfuerzos, se ha recuperado mucha información o ha podido ser reconstruida por el vigoroso análisis y comparación de copias. Pero el conocimiento técnico más avanzado elude a los Adeptus Mechanicus, ya que los primeros colonos eran en su mayoría gente sencilla con necesidades prácticas. Raramente alguien se molestaba de realizar copias del trabajo teórico y avanzado que contenía las PCE.



La comunión con la Máquina
El tecnosacedocio es un órgano hermético y totalmente secretista(solamente superado por la Inquisición Imperial).
La membresía al mismo es un proceso largo,laborioso y lleno de peligros tanto para la mente como para el cuerpo del futuro tecnosacerdote.
El Adeptus Mechanicus solo acoge bajo su seno a aquellos que han nacido en alguno de sus miles de mundos forja.Nada más nacer todos los niños y niñas son sometidos a estudios de tipo genético y psicológicos para asignarles a sus futuros puestos de trabajo.Aquellos con predispoción para la guerra se les modifican y se asignan a los Skitari(guardia personal del Adeptus Mechanicus).Los pocos que demuestran un potencial para el estudio de los misterios de la Máquina son separados y llevados a los templos fábrica donde recibirán los conocimientos y la doctrina para convertirlos en miembros.
El proceso lleva décadas,durante este tiempo el novicio recibe conocimientos sobre diversos ámbitos.No solo aprende teoría sino que su mente y su cuerpo son modelados para la causa.
El Tecnosacerdote medio,entiende que aunque sagrado el cuerpo humano es imperfecto,lleno de procesos que no sus útiles para su sagrada busqueda.De la misma forma sus mentes han de ser libres de toda atadura emocional y duda.La mente ha de ser perfecta libre de debates e inconclusiones.
Para acercarse a la perfección que solo la Máquina puede dar y como sacramento a medida que sube en los escalafones de la Orden el novicio irá sustituyendo partes de su organísmo por prótesis biónicas y mecánicas,mucho más aptas,seguras y perfectas.
Generalmente de lo primero que son liberados son de su lado "inútil" del cerebro,siendo extirpadas secciones del cerebro que controlan las emociones,el amor,el humor,etc.Esto unido a la sustitución de dichas zonas por potenciadores nemoticos y cogitadores de alta respuesta convierten a un ser humano es un ordenador de carne con un cerebro perfectamente preparado para almacenar información y consultarla mucho más eficaz de que cerebro normal.
El siguiente paso que llevará el tecnosacerdote es la sustitución progresiva de partes vitales para mejorar y alargar su esperanza de vida.Pulmones por bombas depuradoras,ojos por sensores ópticos capaces de ver en todas los espectros existentes,miembros nuevos más acordes a sus funciones o incluso miembros extra para mejorar su capacidad de trabajo.
Con el paso de los siglos (pues la sustitución consigue alargar la vida exageradamente)lo que queda de tejido órganico va menguando hasta llegar a casos donde lo único que queda es el corazón o el cerebro.El resto es pura máquina.La perfección de su Dogma.


jueves, 7 de julio de 2011



La Inquisición o Las Sagradas Órdenes de la Inquisición del Emperador, es una organización secreta. Actúan como la policía secreta del Imperio, dando caza a cualquier amenaza a la estabilidad del Imperio del Dios-Emperador.
Formación de la Inquisición
Se cree que la Inquisición fue formada por orden del Emperador de la Humanidad poco antes de su internamiento en el Trono Dorado. La fundación de la Inquisición está rodeada de misterio y es sujeto de mucho debate. Generalmente se acepta que la Inquisición se estableció en su forma moderna en algún momento del trigésimo segundo milenio, unos ochocientos años después de la Herejía de Horus, aunque sus componentes y aparatos esenciales (las Naves Negras, las “Cazabrujas” de las Hermanas del Silencio, etc.), estaban activos antes de la Herejía. Fuentes recientes (como el Libro de Thorian), postulan que la Inquisición tuvo cuatro fundadores principales, que estuvieron activos antes, durante y después de la Gran Cruzada. Antes de que el Emperador dejase Terra para luchar contra Horus, había ordenado a su regente, Malcador el Sigilita, reunir hombres de lealtad y devoción inquebrantables que pudiesen descubrir enemigos ocultos de la humanidad. Malcador presentó a doce de tales individuos al Emperador, ocho de ellos Marines Espaciales (probablemente Nathaniel Garro y otros pocos que habían escapado de sus legiones traidoras). Material actual afirma que estos marines se convirtieron en los primeros miembros de los Caballeros Grises, la cámara militante del Ordo Malleus. Originalmente, sólo había dos órdenes dentro de la Inquisición, pero una tercera (el Ordo Hereticus), fue añadida tras los sucesos de la Era de la Apostasía, para prevenir una futura Plaga de Escepticismo.
ORDOS
Ordo Malleus(cazadores de demonios)
Este grupo se dedica a buscar y acabar con la amenaza demoniaca que pueda darse en el imperio.Su caracter es el más marcial de todos los ordos y su metodo de actuación directo.El pueblo los ve como paladines santos que vienen a defenderlos del caos y sus pérfidos habitantes.
Ordo Hereticus (cazadores de brujas)
Sin duda alguna el ordo más siniestro y en gran parte el causante de la fama de la inquisición.Estos inquisidores no buscan al enemigo en el espacio o viejas ruinas,sino que lo buscan en la gente, dentro del pueblo. Sus objetivos son los mutantes,los adoradores del caos y los psiquicos no autorizados(definidos por ellos como brujas), siendo estos últimos sus preferentes.Sus métodos son mucho más sutiles y ocultos.Prefieren investigar, interrogar y si es necesario ejecutar a una ciudad entera con tal de acabar con un culto de adoradores del caos.Como es de entender a nadie le gusta que un inquisidor llegué a su planeta.Su premisa ya los define perfectamente."No existe la inocencia,solo diversos grados de culpabilidad".
Ordo Xenos(cazadores de alienigenas)
La rama dedicada en encontrar,analizar,estudiar y eliminar la actividad alienigena en el imperio.Son la rama más intelectual y analitica de la inquisición,pero no por ello menos militarizada.Recordar que toda relación con xenos,tener objetos xenos y demás se considera herejia con lo que conlleva

Ordos Menores
El Ordo Sicarius tiene como tarea investigar y controlar el Officio Assassinorum.
El Ordo Militium tiene el deber de monitorizar los cuerpos militares del Imperio, tales como la Guardia Imperial, la Flota Imperial, el Comisariado, el Adeptus Psicana, el Adeptus Astartes, y junto con el Ordo Hereticus, el Adeptus Sororitas.
El Ordo Sepulturum es uno de los Ordos Menores más pequeños, formado durante la decimotercera Cruzada Negra. Su objetivo es la, relativamente nueva, amenaza de la Plaga Zombi.
El Ordo Obsoletus es otro Ordo dedicado, al parecer, a misterios tales como la aparición de la Legión de los Condenados y las reapariciones de Lord Varlak después de su incineración.(Korsk II, después en Necromunda y en Vanor XXI)
Una quinta orden menor, cuyo nombre es desconocido, desarrolla métodos para limitar la independencia de los Adeptus Astartes. Se fundó durante la Herejía de Horus y ha sido casi olvidada desde entonces.

Papel de la Inquisición
La Inquisición es inmensamente poderosa, y el único individuo que está exento de su escrutinio es el Emperador. Si tiene una buena razón, un Inquisidor podría demandar cualquier servicio de cualquier ciudadano imperial, incluidos los Altos Señores de Terra. Los Adeptus Custodes, que vigilan el palacio y la persona del Emperador, están exentos de alistamiento, porque su deber para con el Emperador es claro e inmutable. Cuando se trata de los Adeptus Astartes, los Inquisidores suelen mostrar más discreción, ya que los capítulos de Marines Espaciales están más dispuestos a llegar a la sangre ante cualquier violación de su autonomía. Sin embargo, ni siquiera ellos son inmunes a su escrutinio y justicia, y mundos enteros han sido destruidos para ser limpiados.
Los Inquisidores también tiene poder absoluto para juzgar a supuestos herejes, mutantes, psíquicos furtivos o sin entrenar y gente de ese tipo, sin posibilidad de apelación salvo la intervención de otro Inquisidor. Prácticamente todos los posibles veredictos son penas de muerte, aunque los medios por los que son llevadas a cabo difieren. La traición, el crimen más grave, es considerada irredimible, y los traidores son rápidamente ejecutados. Los herejes pueden redimirse, con frecuencia después de una considerable cantidad de tortura, y pueden recibir la absolución a través de la muerte al servicio del Imperio. Este servicio puede consistir en arco-flagelación, alistamiento en el Ejército Imperial, conversión en operador de una de las Máquinas Penitentes del Ministorum o, en el caso de psíquicos penitentes, siendo enviados a la Sagrada Terra para convertirse en combustible del Trono Dorado.

Si el Inquisidor lo considera necesario, puede poner un estigma sobre un hereje peligroso o raza alienígena. Cada uno de los Ordos mayores tiene un estigma diferente. Son el “Extremis Diabolis”, para el Ordo Malleus; el “Xenos Horrificus” para el Ordo Xenos; y el “Hereticus Abomini” para el Ordo Hereticus. La Inquisición también declarará a los capítulos de Marines Espaciales “manchados” Excommunicate Traitoris. El capítulo será normalmente cazado por los Caballeros Grises o las Hermanas de la Batalla, dando como reultado la huída del capítulo a El Ojo del Terror (si es que no lo ha hecho ya). El capítulo de los Bebedores de Sangre es una excepción, ya que se consideran a sí mismos sirvientes del Emperador y continúan defendiendo el Imperio, incluso aunque ya no son parte de él.

Los jóvenes psíquicos que no han trabajado contra el Imperio o usado mucho sus poderes serán probados repetidamente, y si son suficientemente jóvenes, fuertes y píos, podrían ser recogidos por las Naves Negras de la Inquisición para convertirse en un psíquico de la Inquisición o incluso en un Inquisidor. Los requisitos son estrictos y muchos no estarán a la altura. Aquellos que fallen las pruebas de la Inquisición serán ejecutados o usados para potenciar el vasto faro psíquico del Astronomicón, sacrificados por el bien de la humanidad para mantener el Trono Dorado que mantiene al Emperador con vida.

Si un mundo es víctima de herejía extrema o corrupción, un Inquisidor podría convocar el veredicto de Exterminatus, destruyendo toda la vida del planeta. Muchos cuestionan la necesidad de tales actos, pero la Inquisición los considera plenamente justificados.
Facciones
Al igual que en cualquier otra organización de gran envergadura, las órdenes sagradas de la Inquisición del Emperador tienen su propia política interna y dentro de su estructura existen diferentes líneas de pensamiento. Todas estas facciones pueden agruparse en dos puntos de vista opuestos: el puritano y el radical. No obstante entre las dos existe toda una gama de opiniones intermedias. De hecho, se dice que existen más líneas de pensamiento dentro de la Inquisición que planetas en la galaxia.
Puritanas
Thorianos - La Facción Thoriana de la Inquisición toma su nombre del Santo Sebasthian Thor. El héroe que destronó a Goge Vandire, el tiránico Alto Señor de Terra que sumió al Imperio en la Era de la Apostasía en el 36º Milenio. Los Thorianos creen que Thor fue divinamente inspirado y que actuó con la luz del Emperador ardiendo en su interior. Para muchos inquisidores de hoy, es obvio que Thor estaba imbuido por una parte del carisma y la voluntad del Emperador. Ellos creen que no es la primera vez que el Emperador ha actuado de tal modo, citando a otras grandes figuras como San Capilene y el héroe Josmane como anteriores anfitriones del Emperador caminando entre su gente.
Los Thorianos creen que la pseudo-muerte del Emperador a manos de Horus le permitió romper los últimos lazos entre la cruda materia de lo corporal y ascender para asumir su verdadera naturaleza como deidad. Su espíritu entró en el vacío viajando como un susurro en la disformidad, revoloteando de mundo en mundo, incluso a través del tiempo. El dogma de los Thorianos dice que el Emperador ha manifestado su espíritu a través de sus anfitriones muchas veces cuando su gente le necesitó, pero que estos cuerpos eran capaces de contener solo una mínima porción de su poder y pronto se marchitaban y morían. Ellos esperan el día que ÉL podrá renacer y dirigir a su gente para continuar una Nueva Gran Cruzada. Para este fin, los Thorianos estudian de cerca la interacción entre la conciencia, la energía y la disformidad, creyendo que si pueden manipular estas energías correctamente podrán canalizar el espíritu del Emperador hacia un huésped adecuado y efectivamente resucitar al Maestro de la Humanidad. Ha habido muchos intentos de crear el huésped adecuado para tan importante ritual, incluyendo los desastrosos eventos de Incunabla, pero han estado lejos de triunfar. Seguidores de las filosofías Thorianas recorren continuamente la galaxia en búsqueda de los que denominan "Avatares", individuos de tal poder que han mostrado ser capaces de contener el espíritu del emperador una vez más...o ser corrompidos por los Poderes Ruinosos.
Mucho Thorianos se encuentran en el Ordo Malleus, donde su gran comprensión del Inmaterium les garantiza una visión de como el renacimiento del Emperador puede realizarse. Otros pueden encontrarse en el Ordo Hereticus, aunque hay unos pocos en el Ordo Xenos, son aquellos que creen que la manipulación de la ingeniería psíquica alienígena, como la de los Eldar, puede proveer de valiosas descubrimientos. Inquisidores de todas las ordenes fomentan la aparición de cultos de la resurrección por todo el Imperio, pues suponen una fuente de soldados para un inquisidor cuando el debe alzar un ejercito para alcanzar su fin.

Los enemigos de los Thorianos claman que si el Emperador resucitara causaría un cisma y una guerra civil más sangrienta que la que comenzó con la Herejía de Horus. Creyentes e infieles lucharían hasta la muerte y la galaxia se consumaría en una apocalíptica guerra santa. Citan además que no pueden saber si el Emperador mismo habría cambiado debido su larga carencia de un cuerpo. Y más importante ¿qué sería del Astronomicón? El Imperio seguramente se colapsaría sin la guía de la luz del Emperador para dirigir las naves a traves de la Disformidad. Los riesgos inherentes en lo que los Thorianos proponen son demasiado grandes para contemplarlos pero a pesar de esto, los Thorianos están seguros de su camino.
Amalatianos - Los primeros días del 41º Milenio fueron días de optimismo y prometedores, un tiempo de gran reconstrucción física y espiritual. Se decretó que sería mantenido un cónclave en el Monte Amalat en el mundo de Gathalamor, donde dignatarios militares, religiosos y políticos se reunirían para renovar sus juramentos de lealtad al Emperador. Se dice que ochocientos Señores de Capítulo de los Adeptus Astartes viajaron de todas las esquinas de la galaxia para unirse a esta renovación de fe. Tras los juramentos de lealtad, el Señor Solar Macharius cargó sobre si mismo el lanzamiento de una cruzada en el nombre del Emperador, dirigiendo sus fuerzas hacia el oeste galáctico y comenzando una campaña que vería como casi un millar de mundos eran reclamados por el Señor de la Humanidad.
Entre las filas de la Inquisición había una creciente sensación de que las cosas estaban procediendo de nuevo según los planes del Emperador, y que la extendida sensación de condenación que se propagó por el Imperio durante la Plaga de los Descreídos y el Reino de Sangre había terminado. Muchos inquisidores fueron influidos por los numerosos oradores apasionados de Gathalamos, y juraron que nadie debería amenazar la fuerza que el Imperio estaba lentamente recuperando. Este cuerpo de inquisidores pasó a conocerse como Amalitianos y decretaron que tratarían por siempre mantener el orden en curso y destruir a aquellos que buscasen desestabilizar al Imperio. Menos preocupados por las tradicionales herejías por mutación o brujería, excepto aquellas donde haya manipulación por sus enemigos, los Amalitianos buscan mantener las lucha internas y politiqueos entre las organizaciones imperiales al mínimo, manteniendo el mantra original de la Inquisición de fuerza a través de la unión.
Por todo el Imperio, los Amalitianos buscan calmar las situaciones volátiles y prevenir los cambios rápidos, dudando incluso que el cambio sea necesario. Claman que los eventos son revelados según el Emperador ha previsto y forzar un cambio en su nombre es de una arrogancia suprema. ¿Quien puede realmente clamar que conoce la voluntad del Emperador? Es su deber sagrado proteger el Imperio de aquellos que buscan sumergirlo en la anarquía y permitir que el sagrado plan del Emperador sea revelado en el momento dispuesto. Amalitianos deben trabajar en ocasiones muy cercanamente con agentes de otras organizaciones y sus miembros tienen buenas relaciones con los cuerpos de los Adeptus Arbitres, Orden Famulata y los Marines Espaciales. En Pylades III en la frontera este, Inquisidor Barzano trabajó con no menos de tres prefecturas del Adeptus Arbitres, dos ordenes del Adeptus Sororitas y una Compañía de Batalla de los Puños Imperiales en su investigación y eventual destrucción del Culto al Devorador.

Muchas voces que proponen el cambio dentro del Imperio acusan a los Amalitianos de esconder la cabeza en la arena, al creer que los eventos revelados son dictados del destino en vez de tomar una postura proactiva en la defensa del Imperio. Sin embargo, los Amalitianos opinan que el Emperador es infalible, y que prever su sagrado plan para la Humanidad es conocer la voluntad de un dios. ¿Y que mortal osaría clamar tal conocimiento?

Monodominantes - En el 33º Milenio, el Inquisidor Goldo completó su texto seminario "Monodominación, el Derecho del Hombre para gobernar la Galaxia en el Sagrado Nombre del Emperador". Este épico escrito de múltiples volúmenes se basaba en la vasta experiencia del venerable inquisidor en sus enfrentamientos con alienígenas y llega a la conclusión de que el único camino por el cual la Humanidad podría gobernar sería si toda raza alienígena fuera exterminada, dejando a los humanos como los únicos herederos de la galaxia. En su momento no recibió un gran apoyo, su sumamente pesimista visión fue considerada como las últimas y mordientes palabras de un devoto, pero envejecido inquisidor. No fue hasta que el inquisidor Jeriminus de Paelutia saco a la luz el trabajo de Goldo, muchos siglos después, que la filosofía encontró finalmente un gran cuerpo de partidarios entre una nueva generación de jóvenes e impulsivos inquisidores.
El objetivo de los Monodominantes es simple: la completa y total destrucción de cada alienígena, hereje, bruja y no-creyente de la galaxia. Carecen de tolerancia alguna hacia cualquier forma de comportamiento aberrante y recurren a drásticas soluciones militares para reforzar su voluntad. Ninguna otra facción de la Inquisición recurre al uso del Exterminatus de tan buena gana, destruyendo mundos enteros en su misión de conseguir la supremacía Humana en la galaxia. Como puede esperarse de tal grupo militante, los Monodominantes son una de las pocas facciones que exponen abiertamente su filosofía, extendiendo la xenofobia por delante de ellos, incitando a poblaciones enteras para que se alcen y purguen ellos mismo su debilidad. Los inquisidores que siguen este camino son despiadados e impiadosos, y frecuentemente dejan una indecible devastación y carnicería a su paso.
El Cazador de Brujas Tyrus es quizás el mejor conocido entre los Monodominantes, ha purgado incontables mundos en el nombre del Emperador. En estos momentos Tyrus ha completado su investigación de la familia real en Epsilon Regalis, decenas de miles han sido quemados en la hoguera y muchas veces ese número hechos prisioneros. Muchos entre la Inquisición ven a los Monodominantes como increíblemente estrechos de mente y que frecuente hacen más daño que bien, pero solo un valiente inquisidor dirá abiertamente tal opinión.
Radicales
Xanthitas - Una de las facciones más radicales, creen en el uso de los poderes de la disformidad como un medio para acabar con los enemigos de la humanidad. Los principios que dirigen a los Xanthitas pueden describirse como heréticos en si mismos, pues abogan por el uso del Caos para lograr los objetivos del Imperio. Conocer al enemigo es valioso sin duda, pero los Xanthitas creen en la necesidad de dar un paso más. Inquisidores de esta facción usan los poderes de la disformidad cada vez que pueden, creyendo fervientemente que aunque el Caos nunca será realmente derrotado, puede ser manipulado.
El Xanthismo fue introducido entre las filas de la Inquisición mucho antes de que algunas de las facciones más puritanas hubieran comenzado a emerger, y tiene el apoyo de algunos de los más veteranos y poderosos miembros de la Inquisición. Por esta razón, es altamente inusual que las facciones militantes que se les oponen intenten juzgar a los Xanthitas por herejía, aunque a muchos les gustaría hacerlo. La más notable excepción es el Maestro Inquisidor Zaranchek Xanthus en persona, el fundador de la facción, quien defendió ferozmente su inocencia frente a un jurado de compañeros inquisidores antes de que fuera eventualmente quemado en la hoguera. Interesantemente, uno de sus pupilos con más talento, Inquisidor Lethrai, famosamente soportó durante seis semanas una serie de dolorosas pruebas por sus interrogadores Monodominantes sin mostrar la más mínima señal de culpa.
Los Xanthitas de ningún modo toleran la existencia del Caos y sus oscuros trabajos, pero lo ven como un objeto que de hecho ya está siendo usado por el Imperio, aunque no es consciente de su completo potencial. Viajes por la Disformidad, Astrópatas, psíquicos sancionados, Navegantes, Bibliotecarios de los Marines Espaciales, abhumanos en las filas de las fuerzas Imperiales; todos portan la marca del Caos, sin embargo mas allá de los objetivos del Dios-Emperador, el mismo es uno de los más poderosos psíquicos que jamás han existido. Los Xanthitas citan estos ejemplos como que no hay duda de si el Caos puede servir a la Humanidad, todo depende del grado. Como resultado, inquisidores de esta facción a veces usan armas-demonios, artefactos contaminados por el Caos, contenedores-psíquicos, poseídos y grimorios prohibidos en su misión de comprender y explotar los poderes desatados de la Disformidad. Muchos han logrado un control absoluto sobre disciplinas psíquicas en las que se han entrando, y es inusual encontrar a un Xanthita sin ninguna habilidad psíquica en absoluto. Uno de los más notorios defensores contemporáneos de la filosofía Xanthitiana, Inquisidor Lichenstein, ha provocado la ira de nadie más que del Cazador de Brujas Tyrus con su obsesiva búsqueda de arcanos grimorios que solo pueden sen encontrados a través de la Disformidad. La antipatía entre estos dos inquisidores ejemplifica la relación entre los Xanthitas y los Monodominantes. Aun así, una interesante excepción existe en la división Radical/Puritana. Los Horusianos, un sub-sector de los Xanthitas, desean crear un nuevo líder para la humanidad de un modo similar a los Thorianos. Ambas facciones buscan a una figura poderosa y divina para dirigir al Imperio hacia el nuevo Milenio. Pero este extremo radicalista ven la grandeza de Horus como una oportunidad malgastada; creyendo que el infinito poder del Caos puede ser manejado y atado a un gran líder de los hombres, la Humanidad volvería a estar unida y lo aplastaría todo ante ella. No es necesario decir, que incluso las mentes más abiertas de la Inquisición ven a los Horusianos como peligrosos en extremo.

Recongregadores - Para los Recongregadores, el Imperio es un ser menguante y decadente, acribillado por la corrupción, y muchas de sus organizaciones expandidas por la galaxia están corrompidas hasta la médula. Inquisidores de esta facción creen que para que el Imperio recupere su gloria original los grilletes del actual deben ser destruidos. Una vez que quede reducido a trozos, el Imperio podrá ser reforjado, más fuerte y más puro que nunca antes.
Burocracia, politiqueo y estancamiento son los enemigos a los que estos inquisidores se enfrentan, derribando gobiernos estabilizados y reemplazándolos por radicales libre-pensadores.
Aunque cuidadosos de causar demasiada destrucción innecesaria, los métodos de los Recongregadores les han llevado a patrocinar alzamientos, comenzar disturbios civiles, sembrar la anarquía, causar motines y ser partidarios de la agitación política. Se cree que inquisidores Recongregadores intervinieron (tuvieron una mano literalmente) tras las Insurrecciones de Gobi, la destitución del Archicardenal Greig en Hisiros VI, la Rebelión de la Cumbre Sol e incluso el asesinato del Tetrarca de Syllanis, cuyo mandato estable y moderado había durado cinco generaciones. Aunque prefieren mantenerse anónimos y manipular los eventos desde las sombras, los Recongregadores no evitan las acciones extremas y se envolverán a ellos mismo en operaciones encubiertas si es necesario el riesgo.

Recongregadores se encuentran frecuentemente en las filas del Ordo Hereticus, aunque en vez de buscar para desenmascarar y destruir los líderes clandestinos estos inquisidores prefieren ayudar activamente a estos individuos para sus propios fines. Trabajan para deponer las figuras corruptas o conservadores y reemplazarla por otros líderes más dinámicos y abiertos de mente capaces de apartarse del Status Quo. Obviamente, esto entra en confrontación directa con la facción Amalitiana, que considera que los Recongregadores no son mejores que los demagogos de la Legión Alfa. Sin que lo sepan los poseedores de tronos, muchas dinastías han sido alzadas por los Amalitianos mientras que los Recongregadores trabajaban para derribarla.

Los Istvaanianos
: Los Istvaanianos ven que la evolución de la Humanidad se ha detenido hasta una lenta degeneración y creciente conformismo, y se temen que finalmente caiga a los pies de sus innumerables enemigos. Como resultado, siembran conflictos, odios y confrontaciones por donde quiera que pasen. Creen que el Imperio se volverá más fuerte a través de los conflictos, pues solo los más fuertes y merecedores sobrevivirán.
Los Istvaanianos toman su nombre de la masacre que dio comienzo al conflicto más terrible que haya engullido a la Humanidad, la Herejía de Horus, iniciado por el Señor de la Guerra traidor con el bombardeo vírico sobre Istvaan III. Lo que la mayoría de los historiadores imperiales ven como el peor desastre que pudo haberle pasado al Imperio, los Istvaanianos lo proclaman como el catalizador de muchos de sus objetivos. A pesar de su postura extrema y sus drásticos métodos, la historia parece revindicar sus creencias, pues de las épocas de mayor agitación han dado como resultado los mayores avances en el seno del Imperio. Con una objetividad nacida de la retrospectiva, claman que la Herejía segó a los débiles de voluntad del Adeptus Astartes, y finalmente conllevó el ascenso del Emperador, permitiendo al Señor de la Humanidad ascender a la divinidad. Puntualizan que la Era de la Apostasia, cuando el Imperio fue devorado por una fiebre de blasfemia, fue la causa de la reforma de la Eclesiarquía y de la llegada de Sebastián Thor. Grandes avances y saltos de fe son innegablemente posibles cuando la Humanidad es puesta a límite, y por esta razón los Istvaanianos cultivan la guerra activamente.
El modus operandi de los belicosos Istvaanianos es a veces tan extremo que muchos de sus miembros más militantes han sobrepasado incluso a los inflexibles Monodominantes. Por ejemplo, el descubrimiento de una imperfección hereditaria en la princesa de Moia, el una vez hermoso planeta que había disfrutado previamente de seis siglos sin conflictos, fue suficiente para el Inquisidor Velchorte para iniciar un pogromo de caza de brujas a nivel planetario que eventualmente terminó estallando en una vengativa cruzada. En defensa de los métodos de los Istvaanianos, desde dicho conflicto el 3º de Moia goza de una terrible reputación entre la Guardia Imperial.

Interesantemente, muchos miembros respetables de la Inquisición recientemente se han mostrado a favor de la Proposición Kiniel, una moción propuesta por el infame Inquisidor Istvaaniano Gastus Kiniel. La propuesta busca forzar el servicio militar sobre todos los miembros de la sociedad imperial de manera obligatoria. Dado la actual abundancia de amenazas hacia el futuro del Imperio, este puede ser bien considerada por los Altos Señores de Terra, y ya ha ganado un considerable apoyo entre las filas de la Inquisición. Es un testamento de las habilidades manipuladoras de Kiniel que se haya asegurado el apoyo de muchos grandes inquisidores Monodominantes con el fuego y pasión de sus xenófobos sentimientos. No es necesario decir que la militarización de incontables billones de de ciudadanos imperiales sería una gran victoria para los Istvaanianos y posiblemente incluso para todo el Imperio.